Después de un tratamiento de ortodoncia, los retenedores dentales se convierten en aliados indispensables para mantener los dientes en su nueva posición. Sin embargo, su efectividad depende en gran medida de cómo los cuides y los limpies. Un retenedor mal mantenido no solo puede perder su funcionalidad, sino que también puede acumular bacterias y generar problemas de higiene oral.
Si usas retenedores o vas a comenzar a usarlos, aquí encontrarás todo lo que necesitas saber sobre su limpieza, mantenimiento y cuándo es el momento de reemplazarlos.
¿Por qué es importante limpiar los retenedores dentales?
Al estar en contacto constante con dientes, encías y saliva, los retenedores pueden convertirse en un foco de bacterias, placa y sarro si no se limpian adecuadamente. Con el tiempo, pueden acumular una película pegajosa compuesta por microorganismos y restos de comida que favorecen:
- Mal aliento y sabor desagradable en la boca.
- Mayor riesgo de caries y enfermedades de las encías.
- Pérdida de efectividad del retenedor debido a la acumulación de sarro.
La limpieza adecuada no solo mantiene tu sonrisa saludable, sino que también prolonga la vida útil del retenedor y evita posibles infecciones bucales.
Cómo limpiar correctamente los retenedores dentales
Existen dos tipos principales de retenedores, y cada uno requiere cuidados específicos:
- Retenedores removibles
- Retenedores fijos
A continuación, te explicamos cómo limpiarlos de manera adecuada.
Retenedores removibles: limpieza diaria y profunda
- Lávalos después de cada uso
Cada vez que te los quites, enjuágalos con agua fría o tibia para eliminar los restos de saliva y comida. Evita usar agua caliente, ya que puede deformar el retenedor.
- Cepíllalos con un limpiador adecuado
Usa un cepillo de cerdas suaves con un limpiador específico para retenedores. Evita la pasta de dientes convencional, puesto que puede ser abrasiva y rayar su superficie.
- Remójalos en una solución limpiadora
Al menos una vez por semana, colócalos en una solución especial para prótesis dentales o retenedores. Esto ayudará a eliminar bacterias y posibles manchas.
- Guárdalos en un estuche limpio y seco
Cuando no los uses, guárdalos en su estuche para evitar la acumulación de bacterias. Es importante lavar el estuche con frecuencia para evitar que se convierta en un foco de contaminación.
Retenedores fijos: higiene y cuidado diario
- Cepillado detallado
Asegúrate de limpiar bien la zona alrededor del alambre y los dientes a los que está adherido. Un cepillo interdental o un irrigador bucal puede ayudar a eliminar los restos de comida en zonas de difícil acceso.
- Visita al dentista regularmente
Los retenedores fijos pueden acumular sarro con el tiempo. Una limpieza profesional periódica ayudará a mantenerlos en perfecto estado y a prevenir problemas en las encías.
¿Cuándo es el momento de reemplazar un retenedor?
Aunque los retenedores están diseñados para durar, con el tiempo pueden desgastarse o perder su efectividad. Debes considerar reemplazarlo si notas:
- Fisuras o grietas en el material del retenedor.
- Pérdida de ajuste, lo que puede indicar que ya no está cumpliendo su función correctamente.
- Mal olor persistente, incluso después de una limpieza adecuada.
En el caso de los retenedores fijos, es recomendable que el dentista los revise periódicamente para asegurarse de que no haya sarro acumulado o que el alambre no se haya despegado.
Consejo de la doctora
Conserva tu retenedor limpio y bien cuidado para mantener los resultados de tu ortodoncia.
Dedicar unos minutos al día a su limpieza evitará problemas a largo plazo.
Si tienes dudas sobre su mantenimiento o notas que tu retenedor no se ajusta bien, agenda una cita con nosotros para revisar su estado.