La incrustación dental es una técnica que sirve para rehabilitar la superficie de un diente posterior, así como para restaurar las caries que no se pueden restituir con un empaste convencional debido a su tamaño. El odontólogo opta por esta solución bucodental cuando la superficie de la mordida revela que hay dientes fracturados, rotos o con caries. Así mismo, se recomienda la aplicación de esta técnica cuando la lesión dental no hace posible la extracción de suficiente material dental para que se pueda implantar una corona. Finalmente, también se recomienda una incrustación dental para restaurar dientes a los que se les practicó una endodoncia.
Lo que debe de saber sobre una incrustación dental
La incrustación dental se practica, como hemos citado, en función de la lesión. En esta línea, hay diferentes tipos de incrustaciones dentales que responden a esta premisa. Así, hay tres tipos que son los más comunes. Inlay. Se usa, especialmente, en las incrustaciones dentales cuando las caries son más extensas de lo habitual. Onlay. Este tipo de incrustación dental es habitual para restaurar un diente con un daño que llega a la cúspide o a la superficie de la mordida. Finalmente, la incrustación dental conocida como Overlay se practica cuando se necesita reparar y cubrir la cúspide del molar entera.
Los materiales para hacer una incrustación dental son diversos y variados. Entre otros, se puede hacer una incrustación de amalgama o de oro. Se trata de una incrustación permanente. Esto es así porque su resistencia y durabilidad es alta. Y, además, sufre muy poco desgaste con el paso de los años. La incrustación de cerámica es una de las más populares porque el acabado es muy similar al del diente natural. Este tipo de incrustación aumenta la capacidad de unir la restauración a su diente. Y se estima que una incrustación de este tipo suele durar unos treinta años.
Incrustación de composite
Este tipo de incrustación dental, a diferencia de las anteriores, se puede aplicar en una sesión. Lo habitual es que se necesiten dos sesiones para realizar este tipo de tratamiento bucodental. Además, la incrustación de composite es más económica. Un detalle importante a tener en cuenta es que el composite causa un desgaste menor en los dientes opuestos que la incrustación de porcelana. Sin embargo, a pesar de estas ventajas, este tipo de incrustación tiene una durabilidad menor que las anteriores. No obstante, será el dentista quién le asesore en función de sus necesidades para que tenga la mejor solución adaptada a su salud bucodental.
Asistencia profesional
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