La salud bucodental es un reflejo del estado general del organismo. Aunque muchas veces pasamos por alto las señales que nos envían nuestras encías, lo cierto es que pueden ser un indicador clave de otros problemas de salud. Desde enfermedades cardiovasculares hasta diabetes, diversas afecciones pueden manifestarse en la boca antes de presentar síntomas en otras partes del cuerpo.
Si alguna vez has notado encías inflamadas, sangrantes o retraídas, es importante prestar atención. No solo pueden ser señales de una enfermedad periodontal, sino también un aviso temprano de problemas sistémicos. A continuación, te explicamos qué pueden estar revelando tus encías sobre tu salud y cuándo deberías acudir a un profesional.
Encías inflamadas y sangrantes: posible señal de diabetes
La gingivitis y la periodontitis son problemas comunes en personas con diabetes tipo 1 y tipo 2. El nivel elevado de azúcar en sangre favorece la proliferación de bacterias en la boca, lo que aumenta el riesgo de inflamación de las encías, infecciones y cicatrización lenta.
¿Qué debes hacer?
Si notas que tus encías están inflamadas o sangran con frecuencia, es recomendable realizar una revisión dental y, si es necesario, controlar tus niveles de glucosa en sangre. Mantener una buena higiene oral y acudir a revisiones periódicas ayudará a prevenir complicaciones.
Enfermedad periodontal y su relación con el corazón
Diversos estudios han encontrado una relación entre la periodontitis y las enfermedades cardiovasculares. Las bacterias presentes en la infección de las encías pueden ingresar al torrente sanguíneo y provocar inflamación en las arterias, lo que aumenta el riesgo de infartos o accidentes cerebrovasculares.
¿Qué debes hacer?
Si tienes antecedentes familiares de enfermedades del corazón o has sido diagnosticado con hipertensión, es fundamental que cuides tu salud bucodental. Acude al dentista regularmente para prevenir la acumulación de placa bacteriana y evitar complicaciones.
Encías pálidas o retraídas: un posible signo de anemia
Las encías sanas tienen un tono rosado, pero si notas que las tuyas están pálidas o retraídas, podría ser un indicio de anemia. Esta condición se produce por la falta de glóbulos rojos en la sangre, lo que reduce la oxigenación de los tejidos y puede provocar fatiga, debilidad y cambios en la mucosa oral.
¿Qué debes hacer?
Si tus encías han cambiado de color o presentan una apariencia más delgada, consulta a tu médico para realizar un análisis de sangre. También es recomendable incluir en tu dieta alimentos ricos en hierro, como espinacas, legumbres y carnes magras.
Boca seca y estrés: una conexión poco conocida
El estrés crónico y la ansiedad pueden afectar la producción de saliva, causando sequedad bucal. Esto no solo genera molestias al hablar o tragar, sino que también puede aumentar el riesgo de caries y mal aliento debido a la falta de lubricación en la boca.
¿Qué debes hacer?
Para combatir la boca seca relacionada con el estrés, es importante mantenerse hidratado, reducir el consumo de cafeína y practicar técnicas de relajación como la meditación o el ejercicio. Si la sequedad persiste, un dentista puede recomendar enjuagues específicos para estimular la producción de saliva.
Aftas recurrentes: posibles señales de un sistema inmunológico debilitado
Las llagas o aftas que aparecen con frecuencia en la boca pueden estar relacionadas con deficiencias nutricionales, enfermedades autoinmunes o incluso el estrés. Estas pequeñas úlceras suelen ser molestas y pueden indicar que el cuerpo está luchando contra una infección o que necesita más vitaminas y minerales.
¿Qué debes hacer?
Si sufres aftas de manera recurrente, consulta a un profesional para descartar problemas subyacentes. También puedes reforzar tu alimentación con vitaminas B12 y C, que contribuyen a la salud de las mucosas y la cicatrización.
Consejo de la doctora
Acudir a revisiones dentales periódicas no solo protege tu sonrisa, sino que también puede ayudarte a detectar a tiempo posibles enfermedades sistémicas. Si notas algún cambio en tus encías, consulta con tu dentista de confianza.
Si tienes dudas sobre tu salud bucodental, agenda una cita con nosotras para revisarlas.