Un sellado dental es la aplicación de una tecnología para proteger los dientes de agentes externos que los pueden perjudicar. Está claro que el cepillado de dientes y el uso del hilo dental son dos estrategias básicas para mantener una boca sana y limpia. Sin embargo, poder llegar los dientes más posteriores, los molares, es más complejo. Estos dientes tienen una superficie de masticación desigual. En estos espacios se pueden acumular restos de bacterias y alimentos dando origen a las caries. De ahí, que el sellado dental sea la solución ideal para evitar este escenario.
Todo sobre el sellado dental
El sellado dental, por definición, es una capa protectora muy fina y delgada que se adhiere a los dientes posteriores. Obviamente, no sustituye al cepillado ni al hilo dental, pero contribuye a evitar que las caries avancen y se conviertan en un problema. Los selladores pueden llegar a reducir el riesgo de caries en cerca de un 80% porque su función hace que actúen como un impermeable para los dientes.
Las situaciones en las que se recomienda un sellado dental pasan por la revisión de un odontólogo para determinar el riesgo de sufrir caries en las zonas descrita en caso de factores como la falta de exposición al flúor o una mala higiene bucal. También se tiene en cuenta si la persona ha tenido anteriormente caries y la situación actual de su salud bucodental. Del mismo modo, una dieta alta en azúcar hará necesaria la implementación de un sellado dental. Esto es así porque el azúcar influye, decisivamente, en la generación de caries.
Material de los selladores dentales
El proceso del sellado dental implica la aplicación de una capa fina en la base de los molares. Esta capa está compuesta resina o ionómero de vidrio. Estos materiales, además, contienen flúor que se libera sobre la superficie del diente. Por tanto, el diente no solo tendrá mayor resistencia, sino que, además, tendrá más protección frente a la aparición de caries.
Los selladores, por lo general, se usan, mayoritariamente, para los niños porque son los más expuestos a sufrir caries. A partir de los 6 años que es cuando aparecen los primeros molares, se puede aplicar este producto. Sin embargo, la operación, si es necesaria, se puede repetir a partir de los 12 años, que es cuando suelen aparecer los segundos molares.
Por otra parte, cabe recordar que el sellado dental es una medida complementaria a la higiene que debe de tener su boca. Por tanto, es importante notificar que el conjunto de métodos para cuidar la salud de su boca le permitirá lucir una dentadura sana.
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